La bodega Valpolicella Negrar está situada en el corazón de una histórica zona dedicada a la viticultura y la fabricación de vino. Las bodegas han creado un paisaje especial en esta región, haciendo de él un lugar con una extraordinaria personalidad. Precisamente por esta razón la principal idea del proyecto ha sido mantener la apariencia de la bodega como punto de partida. Consideramos que la bodega se ha construido durante años por si misma, creando una identidad, y no nos podemos permitir cambiarla sin motivo. 

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En este sentido, decidimos introducir un sólo elemento que aporte una potente imagen de bodega, una icónica espina que además servirá para organizar el programa. Ésta operación quirúrgica, además permitirá a los futuros visitantes recorrer la bodega, visitando los distintos procesos de producción del vino, sin interferir en el funcionamiento diario de la bodega. 

El nuevo elemento además funcionará como llamada de atención, un faro en medio del paisaje que atraiga los visitantes, hecho totalmente en madera, con un diseño en términos contemporáneos. Durante la noche, gracias a su envolvente de vidrio, la espina actúa como una linterna en medio del paisaje.